Comunidades instan a sus gobiernos locales a disponer recursos y equipos para defender el territorio del basural en proceso de calificación

El 17 de abril concluye el período establecido por la legislación vigente y el Servicio de Evaluación Ambiental (SEIA), para que la empresa Inser S.A, propietaria del proyecto relleno sanitario responda las observaciones y cuestionamientos emanados desde de la comunidad, servicios competentes en la materia, e instituciones comunales que, al a fecha, se han manifestado en rechazo al proyecto. Cabe señalar que el basural amenaza desde 2013 con contaminar al Maule Sur (tal como lo hiciera en la región Metropolitana en 2016 mediante su socio estratégico Consorcio Santa Marta), y cuenta con el rechazo masivo de la población de Yerbas Buenas y Villa Alegre, así como con el repudio de habitantes en Linares y Colbún; pueblos que también padecerían los efectos de la contaminación que augura la instalación del vertedero.
Y es que la comunidad se ha manifestado contra el basural en reiteradas ocasiones desde el primer intento fallido en 2013, lo que ha generado mayor consciencia en los pueblos que bordean el cordón montañoso Quilipín-Gúmera, y que ha recibido -incluso- el respaldo explícito de los alcaldes de Villa Alegre y Yerbas Buenas en las diversas las movilizaciones convocadas por las y los vecinos del sector. Esto ha sido bien visto por la comunidad que además ha solicitado a sus autoridades locales apoyar con los recursos que fueren necesarios, entre esos la conformación de equipos técnicos en materia jurídica y medioambiental.
Según fuentes de la alcaldía de Yerbas Buenas, consultadas por #RadioChoyün, el equipo municipal se habría reunido a fines de marzo y principios de abril con la consultora ambiental GestAmbiente para recibir acompañamiento en esta materia y, por lo tanto, estaría en condiciones de desarrollar un pronunciamiento medioambiental en rechazo al basural y en defensa de la comunidad, tal como fuera comprometido en otras instancias. Sin embargo, las dudas se concentran en el municipio de Villa Alegre, el cual no ha confirmado aún que haya invirtido o pretenda invertir en esta materia y asesoría ad-hoc. Si bien las autoridades locales de Villa Alegre se comprometieron en apoyar las demandas surgidas desde la comunidad, “no existe claridad de la voluntad real de conformar un equipo asesor, pese a ser puesto en conocimiento de la importancia que reviste esto para la comunidad”, señalaron integrantes del movimiento ciudadano.
Pese a ser consultado por Radio Choyün, la municipalidad de Villa Alegre no ha respondido (al cierre de esta edición) la inquietud surgida desde la comunidad al respecto, la cual es considerada como una “oportunidad” que no tiene el movimiento social en esta fase burocrática de respuesta a la argumentación empresrial contenida en la Adenda.
La defensa del territorio y el consecuente rechazo al basural cuenta con la cohesión de las personas que habitan los sectores campesinos amenazado por la patronal, además de una fuerza popular que incluye a toda la comunidad; desde las y los ancianos que comparten en sus recuerdos las formas de vida campesina de antaño, libre de contaminación y con respeto a la naturaleza (buen vivir); hasta las niñeces que con una clara consciencia socio-medioambiental se transforman en actores clave en cada actividad o movilización contra el vertedero y en defensa de la ñuke mapu (madre tierra).
Del mismo modo, las y los vecinos, en muchos casos ligados a la agricultura familiar campesina y a la comercialización de sus productos locales, han tomado posición respecto de defender sus territorios y migrar hacia un modelo de vida buena, realmente sustentable, agroecológica y de encadenamiento local, sin la presencia de megaproyectos cuyo objetivo es rentabilizar con la tierra y el agua, a costa de la vida de las y los habitantes del sector.