El viernes 03 de enero se difundieron imágenes de un ecocidio en desarrollo, con presencia en el Cajón de Ancoa, específicamente en el “Estero la sombra”, como le conocen montañistas, arrieros y amantes de la naturaleza que le visitaban. El que fuera un “paraíso terrenal” y un acceso prístino a la patagonia chilena, fue impactado por la voracidad del “desarrollo” y del “progreso”.  Se trataría de más de 2 mil 400 hectáreas en la localidad, cuyo fin sería el loteo y la posterior construcción de un hotel y una “comunidad ecológica”. Lo anterior, en desmedro del bosque nativo y la interveción de una cuenca de río, conocida internacionalmente por albergar las “piscinas naturales de Ancoa”.

Y es que las obras a base maquinaria pesada, validada por permisos de dudosa rigurosidad técnica, dispuestas para la construcción de un camino a la orilla del río, está devastando el bosque nativo y aguas transparentes contaminadas por los desplazamientos de tierra que caen directamente al estero y las famosas piscinas naturales.  Según una vecina del sector, la intención inicial habría sido dinamitar las rocas que impedían la construción del camino previsto, lo que habría sido desechado por su irracionalidad y habría llevado a la opción de ensanchar el camino utilizado ancestralmente por arrieros, el cual está siendo destruido al igual que los senderos colindantes y que le cruzan.

Esto, según la denuncias, pone en peligro a la flor nacional del Copihue, bosques de hualo y puyas chilensis, actualmente en calidad de especie protegida y “diezmadas por parcelaciones de agrado,  proyectos como oleoductos, gasoductos
y tendidos de alta tensión y carretera”.

A partir de la información divulgada por EsteroLaSombra.Ancoa, los socavones y desplazamientos de tierra amenaza también a los veraneantes que concurren al lugar, arrieros en periodos de veranadas, además del ecosistema endémico y en estado de protección.

Los “graves e irrecuperables daños de biodiversidad” se han materializado en decenas de denuncias realizadas a través de las redes, con angustia por ver en tiempo real el despojo y destrucción de unos de “los espacios más importantes y favoritos de la comunidad de Linares y del ecoturismo”.

Las organizaciones sociomedioambientales, vecinales y la comunidad en su conjunto solicitan máxima difusión de este atentado actualmente en desarrollo, por lo que las denuncias y otras acciones en defensa del territorio resultarán de fundamental importancia de cara a neutralizar el daño e, idealmente, paralizar las obras  y propiciar un estudio de impacto ambiental riguroso.   “Se tomarán todas las medidas legales para detener este tan descarado ecocidio”, señalaron en redes sociales.